Llegamos al cuarto día de festival, casi son 70.000 personas
las que han pasado por el Rototom este año, y ya se empieza a diferenciar entre
el público a aquellos que llevan desde el primer día y los que llegan ahora con
las pilas cargadas. La vida de un habitante en el camping del Rototom es dura
pero gratificante, las horas de descanso ‘real’ no suelen ser más de 4 o 5 al
día siendo optimistas, y la búsqueda de sombra se convierte en la misión para
afrontar la jornada de la mejor manera posible, pero a cambio vives una
experiencia única conviviendo con miles de personas de todo el mundo. Es casi
imposible marcharte del Rototom sin haber conocido y hablado con un buen número
de personas que hasta ese momento no conocías y que se quedarán en la memoria
como un recuerdo más del festival. Eso sí, después de asistir a tres ediciones
anteriores este año decidimos no alojarnos en el camping, por el bien de todos…
El domingo dio una pequeña tregua a los habitantes del
camping con unas nubes, pero a cambio la sensación de bochorno fue mayor que
otros días y eso se notaba más aun en los conciertos, que presentaban un gran
cartel para este día.
El Main Stage comenzó a rugir un día más a las ocho de la
tarde, y la dulce voz de Etana fue la encargada de dar el pistoletazo de
salida. La joven cantante jamaicana deslumbró a todos con su potencia y su
control de la melodía, y el buen acompañamiento de la banda francesa Dub Akom hizo
el resto. New Roots de calidad es lo que ofrece Etana, una de las que está
llamada a ser una de las grandes voces en la música jamaicana de los próximos
años.
Etana se marchaba dejando un gran sabor de boca, y la banda
Dub Akom se quedaba en el escenario para recibir al siguiente artista, Jah
Mason. La potencia y el espectáculo siempre están asegurados con este artista,
y ofreció un ritmo muy alto durante todo el concierto. Quizás para aquellos que
lo han visto varias veces su actuación resulte un tanto repetitiva, pero para
los que nunca lo han podido ver sin duda es un gran espectáculo en el que se
disfruta con la gran intensidad que propone Jah Mason.
El Rototom está lleno de sorpresas, y en el descanso para el
siguiente concierto pudimos ver una breve actuación de uno de los artistas
nacionales con mayor proyección en la actualidad, el valenciano Sr Wilson, que
acompañado por Irie Souljah interpretaron varias canciones mientras los
técnicos preparaban el escenario para el siguiente concierto. Esta breve actuación les serviría de aperitivo para su show de esa noche en la Dub Station acompañados por Badalonians Sound.
Tras las dos primeras actuaciones de la noche llegaba el
turno de Muchachito Bombo Infierno. La propuesta del artista español se aleja
del reggae, aunque es una de sus influencias, y tal vez por ese motivo mucha
gente decidió descansar para recibir con fuerza el siguiente concierto, que se
presentaba como uno de los platos fuertes de todo el festival. Pocas veces se
tiene la ocasión de ver a un icono de la música jamaicana como Barrington Levy.
La voz del veterano artista es una de las más reconocidas de la historia de
esta música, y la conexión con el público del Rototom fue instantánea. Abrió su
actuación interpretando temas de su primera época como ‘My Girl’, ‘Too
Experience’ o ‘Spanish Town’, mostrándose siempre cómplice con el público e
invitándoles a cantar con él; y continuó soltando clásicos de su repertorio
como ‘Murderer’, ‘Collie Weed’ o ‘Here I come’, para acabar con un ‘Black
Roses’ que sin duda era una de las canciones más esperadas por el público del
festival. Una auténtica exhibición de dominio de su voz, que mantiene intacta y poderosa con casi cincuenta años.
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