Se abre con el sonido de las raíces de los legendarios Skatalites el día número cinco del festival: por la tarde en la Reggae University el cineasta estadounidense Brad Klein ha comenzado a recoger los frutos de doce años de trabajo con su primera mundial de 'The legends of ska', un magnífico documental sobre las raíces de la música jamaicana a través de la música y las palabras de decenas de célebres protagonistas, muchos de los cuales desgraciadamente ya han desaparecido. Los únicos personajes que han quedado de esa época de oro en el grupo más importante de ska son el saxofonista y miembro fundador Lester Sterling, la cantante Doreen Shaefer y el trombón Vin Gordon, pero la versión de los Skatalites, que el próximo año celebrará el cincuentenario de la fundación del grupo, tiene entusiasmados y jóvenes músicos capaces de dar al sonido de este grupo legendario la carga justa. El concierto abrió y cerró con la maravillosa 'Freedom song' con el sonido de los grandes resoples apreciados sobre todo gracias al toque inconfundible de Lester Sterling mientras la hora abundante de show empieza con varios clásicos de la época dorada sacados de la intensa serie de instrumentales producidos mayoritariamente por dos grandes producers de la era del ska Duke Reid y Coxsone Dodd. A mitad entra en escena Doreen Shaefer, una de las cantantes más injustamente infravaloradas de la era ska: el tiempo se ha tomado su revancha y Doreen ya desde hace años entretiene a los grandes públicos de los Skatalites con su dulcísima voz con clásicos entre el ska y el rocksteady como 'Turn your lights down low', 'Simmer down' y 'Nice time' del repertorio de los Wailers y 'Sugar sugar'. En un determinado momento el elegantísimo deejay londinense Natty Bo entra en escena en el papel de bailarín enseñando con gran clase algunos pasos magistrales de danza ska. En la parte dedicada al rocksteady destacan también fabulosas de los clásicos Studio One como 'Real rock' y 'Rock Fort Rock'. Antes de que 'Freedom song' cierre, como se ha dicho, el concierto hay tiempo para el skanking frenético de 'Phoenix City'.
Del ska al sonido voraz, sonido roots de los británicos Dubheart que se han adjudicado en Zurich la final del European Reggae Contest. No obstante, la gran emoción antes del concierto Dubheart se despliega demostrando su sonido profundo y muy apto para la potente instalación del Main Stage y para los grandes espacios de la gran área ya prácticamente llena. Al final del show Dubheart se quedan satisfechos de la reacción excelente del público con su música. En este momento llega un decidido cambio de género con una de las voces y presencias escénicas más llenas de encanto de la escena dancehall jamaicana: Cecile, acompañada en escena por el grupo alemán Soul Fire Crew. Ha pasado tanto tiempo de los tiempos de 'Changez' y ahora Cecile es una cantante sofisticada y madura y merecería seguramente más atención y éxito. Demuestra en seguida una gran empatía con el público en la primera parte dedicada a sus éxitos dancehall mientras se despliega hacia la segunda parte más dedicada al reggae y a las baladas. En contadas ocasiones se dirige al público cantando 'acapella' sin el auxilio del grupo y tiene palabras sinceras de afecto y respeto para todos sin distinción de orientación sexual, religión o color de la piel.
Un frenético tema dancehall concluye un óptimo concierto antes de la entrada en escena de Alborosie. El italiano que reside en Jamaica es ya uno de los favoritos del festival y lo demuestra el hecho que el público llena el área del Main Stage por todas partes. La Shengen Band comienza a preparar sus ritmos decididos lanzando una gran entrada en escena y una lista de sus temas que vienen uno tras otro velozmente con su timbre de voz inconfundible a altos niveles. Nos impresionan 'No coke' y 'Herbalist' y las manos al aire del público que canta al unísono mientras se introducen los nuevos temas del nuevo CD 'Sound the system': 'Run the dancehall' y 'Play fool fi catch wise' acogen al público a la grande aunque los momentos mejores pertenecen a los discos precedentes. Albo modifica la letra de 'International drama' diciendo España en vez de Italia en lo que es ya uno de los momentos más logrados de su show mientras que el final queda reservado para 'Kingston Town' que da el golpe final a un público exhausto. Con un grande show Albo conquista una vez más el Sunsplash evidenciando su excelente momento de forma.
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